Signos Presuntivos Del Embarazo
Otro signo de sospecha del embarazo es el cansancio,
caracterizada por astenia, debilidad y somnolencia. Aunque algunas mujeres
sienten energía renovada, la mayoría confesarían sentir intensa fatiga. Algunas
afirman quedarse dormidas a cualquier hora del día, a veces al poco de haber
salido de la cama, y otras aseguran sentir tal somnolencia en la sobremesa.
Otras sienten cansancio pronunciado al llegar la noche. Dicha fatiga es a
menudo incontrolable y exige el sueño. Nunca se ha encontrado una explicación a
este extraño deseo de dormir. Es un síntoma frecuente en los primeros meses del
embarazo y se cree que es un efecto de la elevada producción de progesterona.
Esta hormona es un sedante para los seres humanos, con fuertes efectos
tranquilizantes e hipnóticos.12 En las etapas posteriores se presenta otro tipo
de fatiga debida simplemente a cansancio corporal, pero rara vez ocurre en el
primer trimestre del embarazo.
- Interrupción de la menstruación
Al cabo de dos semanas de ocurrida la fecundación se notará
la ausencia de menstruación. El cese de la menstruación en una mujer sana en
edad reproductiva y sexualmente activa, que hasta entonces ha tenido un ciclo
menstrual regular y predecibles, es un signo muy sugestivo del embarazo. Es un
signo sospechoso del embarazo denominado amenorrea y no es exclusivo de la
gestación. Además del embarazo son causas de la amenorrea enfermedades físicas
(algunas de cierta gravedad, como tumores del ovario, trastornos de la glándula
tiroides y muchas otras), un choque muy fuerte, anorexia, el efecto de un viaje
en avión, una operación, estrés o la ansiedad pueden retrasar la menstruación.
En ocasiones, después de la concepción, se observan uno o
dos episodios de hemorragia uterina que simulan la menstruación y se confunden
con ella. Es denominado signo de Long-Evans y es más frecuente en multíparas
que en primigestas.
El cambio en el gusto y la preferencia por ciertos alimentos
puede ser uno de los primeros signos. Es común el rechazo a ciertos alimentos,
bebidas y olores como el humo de los cigarrillos.13 A menudo se describe un
sabor metálico en la boca que hace variar el gusto por los alimentos. Se cree
que los antojos se deben al aumento de los niveles hormonales; a veces se
experimentan en la segunda mitad del ciclo menstrual por el mismo motivo. No
satisfaga antojos con alimentos de alto contenido calórico, cuyo poder
nutritivo sea bajo.
- Deseos frecuentes de orinar
A medida que se extiende el útero, oprime la vejiga. Por
tanto, ésta trata de expulsar pequeñas cantidades de orina, y muchas mujeres
sienten deseos frecuentes de orinar desde la primera semana tras la concepción;
quizás necesiten ir al cuarto de baño cada hora. Esto también se debe al efecto
de la progesterona, ya que es un potente relajante del músculo liso,14 (que es
el músculo del cual está formado la vejiga, el útero y otros órganos) lo cual
sirve para mantener al útero en reposo hasta el momento del parto. Salvo que
sienta ardor o dolor al orinar, no es necesario que consulte al médico. Hacia
las 12 semanas, el tamaño del útero aumentará, de modo que subirá y saldrá de
la cavidad pelviana. Esto reducirá la presión sobre la vejiga y la frecuencia
de la micción por lo que la vejiga se va hacia un lado.
Ocurre congestión y turgencia en los senos debido al factor
hormonal y la aparición del calostro. Puede aparecer en etapas precoces de la
gestación por el aumento de la prolactina, entre otras hormonas. Las areolas se
vuelven más sensibles e hiperpigmentadas.15
Existe una hiperpigmentación de ciertas áreas de la piel
durante el embarazo. Aparecen también en algunas embarazadas estrías
abdominales y a nivel de las mamas. En otras mujeres se nota la aparición de
cloasmas a nivel de la piel de la cara. Estas hiperpigmentaciones pueden
presentarse con uso de anticonceptivos orales y en enfermedades del colágeno,
mientras que las estrías son también un signo en el síndrome de Cushing.16
Como consecuencia del aumento en la vascularización de la
vagina y el cuello del útero durante el embarazo por el efecto vascularizante
de la progesterona, se nota que la mucosa de estas estructuras se vuelve de un
color violeta. A este cambio azulado de la mucosa vaginal y del cuello del
útero se lo conoce como el signo de Chadwick - Jacquemier.
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